Alojamiento
La bienvenida al hogar, debe ser muy tranquila y no cogerlo muy a menudo hasta que el animal se adapte a su nuevo hogar y su ambiente, la chinchilla cuando se sienta a gusto en su nueva casa, decidirá cuando quiere salir,no la obliguemos.
La jaula siempre debe ser lo más grande que uno se pueda permitir, siendo interesante que la altura sea la medida principal, a ellas les encanta escalar y saltar por plataformas.
Es importante el enriquecimiento ambiental, los animales deben tener jaulas con entornos parecidos a los que se encuentran en la libertad por eso unas plataformas, rampas y unos troncos de madera le irán de maravilla además les permitirán divertirse y hacer deporte.
Hay dos posibilidades para alojar a las chinchillas, jaulas de un solo piso o de varios. Las jaulas de un solo piso tienen como ventaja que al estar dispuestas en una sola altura no existen riesgos de lesiones por caída, puesto que las chinchillas no tienen sentido de la altura.
Las jaulas de varios pisos presentan otra ventaja frente a las de un único piso; una jaula de dimensiones similares, al contar con varios pisos ofrece más superficie para los desplazamientos del animal, al mismo tiempo que le permite ejercitarse mientras sube de un nivel a otro. Es preferible que cada piso cuente con su propia bandeja o cajón para recoger restos, puesto que la higiene es mejor.
Los accesorios que no deben faltar son: comedero fijo que no se vuelque, biberón con agua fresca y limpia, caseta o refugio para cobijarse y un comedero especial para el heno. Este último debe estar siempre presente ya que es el alimento principal de las chinchillas.
En el cajón de desechos hay que colocar un material absorbente, yo uso este que además de ser biodegradable no causa ningún problema al ser ingerido.
Las chinchillas son animales que soportan muy mal el calor y la humedad. Con temperaturas de más de 28º C van a tener problemas. Lo ideal es mantenerlas por debajo de los 25º C y con humedades inferiores al 50%. Hay que colocar la jaula al abrigo del sol directo y las corrientes de aire.
Transporte
Siempre que protejamos a nuestras chinchillas del calor, el frio o la lluvia pueden viajar tranquilamente con nosotros, para ello utilizaremos un transportin adecuando a su tamaño donde no podrá faltar un biberón de agua fresca y limpia y un buen puñado de heno, de todas formas intentaremos que el transcurso de tiempo dentro del transportin sea el menor posible, pues aquí dentro no podrán ni jugar ni saltar y quizá debido al pequeño espacio se estresen de manera innecesaria.
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